El concepto de Neuropsicología Funcional [NEF®] surge a raíz de años de trabajo con pacientes que han padecido o padecen trastornos neurocognitivos y se sistematiza en tres últimos años [2010-2012] en una “primera versión” del concepto, concepto que ha evolucionado hasta la actualidad tanto en su modelo como en los diferentes aspectos de exploración, diagnóstico y tratamiento neurocognitivos.

La Neuropsicología es una disciplina que trata, fundamentalmente, de la función cognitiva y su deterioro. Su target, por tanto, son los cuadros en los que existen déficit de memoria, funciones ejecutivas, cognición espacial, atención, etc. Cualquier paciente que presenta estas alteraciones tiene, en mayor o menor grado, diferentes repercusiones en su vida cotidiana [no siempre alteraciones específicas se manifiestan igual en la vida], afectando a la autonomía y a la funcionalidad del paciente. La Neuropsicología ha afrontado siempre estos déficit de la misma manera: haciendo pruebas baremadas y validadas, diagnósticos imprecisos basados en estas pruebas y abordajes terapéuticos que consisten sólo en poner “fichas” para así -supuestamente- recuperar dicha función. La Neuropsicología, además, ha dejado de lado la funcionalidad y la autonomía de los pacientes neurológicos.

El concepto NEF® tiene claras diferencias con la Neuropsicología “Tradicional”:

  • En primer lugar tiene un modelo de la cognición unitario. Esto quiere decir que no se “parte” la cognición por cajas diferentes y se analiza por trozos.
  • En segundo lugar, la exploración neurocognitiva se basa en el análisis de tareas, de componentes, y en su aproximación a través de la carga cognitiva de sus elementos, con el proceso EPC [Exploración por Componentes] como tema esencial. Así, las tareas son propuestas desde la Neurociencia Cognitiva y el análisis de dichos componentes cognitivos de tareas. Estas tareas, además, se definen como N1, N2 ó N3 dependiendo de dicho análisis.
  • En tercer lugar, no sólo hay un diagnóstico clínico sino también un diagnóstico funcional. Este diagnóstico funcional debe ser preciso para marcar objetivos terapéuticos y no sólo para apoyo al diagnóstico neurológico.
  • En cuarto y último lugar, las ejercitaciones neurocognitivas son la base del tratamiento. Estas pueden ser de tipo 1, 2 ó 3 y no se basan en “estimular” un proceso haciendo ejercicios.  Se basan en conocer qué procesos son deficitarios, la toma de consciencia sobre ellos, el trabajo con componentes conservados o con los deficitarios pero a nivel de baja carga, la comparativa de tareas y la implicación del movimiento en muchas de ellas, siendo un target fundamental cómo la cognición media en la organización del movimiento y cómo el movimiento me da idea de la cognición.

Con el Nivel A de NEF® se pretende dar un barrido por estos puntos básicos que, posteriormente, podrá ser adquirido de forma reglada mediante los próximos niveles de NEF®

Este curso  está pensado para que cualquier profesional sanitario o educativo pueda cursarlo. En el siguiente nivel, el Nivel B, existe un itinerario propio para cada un a de las dos ramas.

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