- 17 julio, 2018
- Posted by: ineuro
- Categories: Neurorrehabilitación, Plataforma AME, Tecnología
Tres niños con Atrofia Medular Espinal (AME) se han beneficiado de la puesta en marcha de una iniciativa para probar el primer exoesqueleto infantil del mundo.
El doctor Gustavo Lorenzo Sanz de la Unidad de Neurodesarrollo y Neurología Infantil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y la investigadora Elena García Armada del CSIC han coordinado este proyecto de investigación. También ha colaborado la empresa con base tecnológica Marsci Bionics, el centro CIGAT de atención temprana, con la financiación de la Fundación Mutua Madrileña.
El exoesqueleto
Ha sido desarrollado íntegramente en el CSIC, pesa 12 Kg y está compuesto de aluminio y titanio. También consta de motores que hacen la función muscular y de articulaciones con sensores que facilitan el movimiento del niño. Sin Embargo para su colocación y uso es necesaria la ayuda de un fisioterapeuta.
El estudio
Actualmente se encuentra en fase preclínica, con el objetivo de desarrollar y adaptar el potencial del dispositivo a pacientes reales. Después se llevará a cabo un ensayo clínico para evaluar el efecto terapéutico del exoesqueleto en niños con AME.
“El exoesqueleto se adapta automáticamente a cada uno de los niños. Este estudio nos ha permitido mejorar enormemente la ergonomía del dispositivo al utilizarlo en pacientes con características diferentes”. Elena García, creadora del exoesqueleto.
Además, la última fase del estudio consistió en que cada uno de estos niños utilice el exoesqueleto en su domicilio. Para que durante dos meses puedan integrarlo en las actividades del día a día.
“El uso del exoesqueleto ha permitido que nuestro hijo haga más ejercicio, pruebe nuevos juegos e incluso hayamos bailado en casa. Este dispositivo ha conseguido aquello que los médicos aseguraban que jamás sucedería cuando le diagnosticaron AME con 14 meses, y es que un niño con atrofia muscular espinal ande”. Declaró Ana, la madre de uno de los participantes en el ensayo clínico.
Conclusión
Desde ineuro® damos la enhorabuena a este proyecto y a los profesionales que lo han llevado a cabo. Esperamos con impaciencia el fin de la investigación para tener más información sobre el acceso y distribución de este dispositivo.
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