- 12 febrero, 2018
- Posted by: Ana Gloria Plaza
- Categoría: Neurorrehabilitación

Las señales químicas que producimos los humanos pueden influir en nuestra actividad corporal. Este es el caso de nuestra regulación hormonal o actividad cerebral. También puede influir en aspectos de nuestra conducta, como la elección de pareja o nuestro estado emocional. Estas señales se ven acompañadas de la información visual y auditiva que percibimos de nuestro entorno, así como de nuestro aprendizaje y experiencias previas. Todo esto forma parte de la comprensión e interpretación de las relaciones y las situaciones sociales que vivimos.
Estudio en pacientes con Trastorno del Espectro Autista
Un estudio publicado recientemente por Endevelt-Shapira, Perl, Ravia et al. (2017), plantea la idea de que pacientes con Trastornos del Espectro del Autismo presenten una afectación en estos mecanismos de detección de señales químicas. Su enfoque supone que estas señales son percibidas, pero no correctamente interpretadas. Esto explicaría, en parte, las dificultades que estas personas encuentran en la comprensión de las situaciones sociales.
Para ello, el equipo de Endevelt-Saphira plantea una serie de experimentos utilizando sustancias químicas sintéticas implicadas en la interacción social. También utilizaron estímulos naturales relacionados con la percepción olfativa del miedo. En ellos compara la respuesta de personas con Trastornos del Espectro del Autismo y personas sin alteraciones en el neurodesarrollo ante una serie de tareas que implicaban la detección y correcta interpretación de estas señales químicas olfativas. Las tareas estaban exentas de señales verbales así como de información dada por comunicación no verbal.
Conclusiones
Finalmente concluyeron que las personas con Trastornos del Espectro del Autismo saben interpretar las señales químicas olfativas cuando estas son evidentes y cuando se les insta explícitamente a ello. No obstante, encuentran grandes dificultades si se trata de señales sutiles y subliminales.
Estas investigaciones, aunque no nos permitan determinar la naturaleza de la afectación de pacientes con Trastornos del Espectro del Autismo, sí abren nuevas puertas a la investigación y permiten una mejor comprensión del trastorno.