- 4 marzo, 2019
- Posted by: ineuro
- Categoría: Neurorrehabilitación
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Aproximadamente un tercio de las personas que sufren un ictus presentan afasia. Este déficit lingüístico suele combinarse con otros problemas cognitivos. Como es evidente, una buena comunicación requiere habilidades no lingüísticas como atención, memoria y funciones ejecutivas. Es por este motivo que no todos los pacientes con afasia responden un tratamiento de logopedia como tal. La neurologopedia se hace esencial en estos casos, dada la necesidad de tratar otros dominios cognitivos.
Dados estos datos, presentamos un estudio que aboga por un tratamiento combinado de logopedia con tratamiento de los diferentes dominios cognitivos. Tres objetivos son los que aparecen en este estudio. En primer lugar, ver la prevalencia de los déficit cognitivos no lingüísticos en personas con afasia. En segundo lugar, determinar si un pretratamiento cognitivo predice ganancia de funcionalidad en el lenguaje. Y por último, hallar qué funciones son las que más influyen en esta ganancia.
Factores que influyen en la recuperación de la afasia
Tras la aplicación de diversas pruebas cognitivas, estos autores concluyen que cerca de un 40% de las personas afásicas tras un ictus presentan otros déficits. Por otro lado, también han visto mejor respuesta al tratamiento si previamente hubo tratamiento cognitivo. Estos datos reflejan una mejor respuesta para la denominación que para la comprensión. Sin embargo, es efectiva en ambos casos.
Con respecto a las funciones que predicen una mejoría en el lenguaje, se han visto varias. Por un lado, funciones ejecutivas, fundamentales para diversos aspectos lingüísticos. Y por otro, memoria a corto plazo sobre todo, tanto visual como verbal. Sin embargo, se ha visto que sobre todo un pre-abordaje sobre la memoria promueve mayor ganancia en lenguaje.
Estos autores hacen especial hincapié en la heterogeneidad de síntomas que presentan las personas tras un ictus. A la luz de los resultados, podemos ver cómo se evidencia la necesidad de un abordaje que no sea meramente lingüístico. Sin embargo, sería interesante hacer más estudios para ver la influencia de otros dominios cognitivos sobre el lenguaje hablado.
Una vez más queda claro que un abordaje transdisciplinar, en el que toda la cognición quede comprendida, es esencial para establecer un buen tratamiento para los pacientes.
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