- 1 agosto, 2019
- Posted by: ineuro
- Categories: General, Lokomat, Neurorrehabilitación, Tecnología

Caminar es una de las acciones motoras más importante. Con ella, podemos explorar entornos y desplazarnos. A pesar de que en gran parte se trata de una acción automatizada, también es un acto con gran complejidad. Biológicamente, implica nervios, estructuras, huesos, articulaciones, funcionalidad muscular, controlabilidad y coordinación implicando tanto al cerebro como a la médula espinal.
Existen patologías y lesiones que alteran gravemente la capacidad de caminar. Dichas patologías, afectan seriamente tanto a la autonomía como a la independencia de las personas. Por ello, el trabajo de la marcha suele ser uno de los objetivos con mayor prioridad en el tratamiento motor.
El trabajo motor de la marcha surge del conjunto de conocimientos de parámetros biolmédicos básicos, en los cuales se incluyen: mecanismos de control neurológico, aspectos ortopédicos, fuerza y control del propio cuerpo.
Terapia con Lokomat
La órtesis de marcha robotizada (Lokomat) se ha utilizado en rehabilitación desde el año 2001. Se trata de un exoesqueleto que mediante la repetición de tareas concretas mejora la marcha tanto de población adulta como pediátrica con trastornos neurológicos de origen central. Facilita que los pacientes realicen repeticiones homogéneas e intensivas de ciclos de marcha que se asemejan mucho a la realidad.
Es una modalidad de terapia física que se apoya en un dispositivo robótico que ayuda al paciente a mejorar la habilidad para caminar. De esta manera, el paciente es suspendido por medio de un arnés, el treadmill, correas y el exoesqueleto robótico. Por medio de un ordenador, se realiza un control del ritmo, velocidad y respuesta a la carta durante el movimiento. Así, se otorga un patrón de la marcha continuo durante la sesión y ejercicio mantenido durante periodos largos de tiempo. Mejora el tono muscular, la fuerza, el equilibrio y la controlabilidad del tronco.