- 15 abril, 2019
- Posted by: ineuro
- Categories: General, Investigación, Neurorrehabilitación, Tecnología
Desde el invento de la televisión, numerosos científicos han centrado sus esfuerzos en ver sus efectos en niños, pero pocos lo han hecho en la vejez. Este aparato se ha descrito como una actividad cultural que combina estímulos sensoriales cambiantes velozmente. Sin embargo, esta riqueza de estímulos se contrarresta con la pasividad del espectador. Por este motivo, no resulta una actividad muy enriquecedora. También, se ha especulado durante años que el visionado de este aparato causa demencia a largo plazo, aunque no se ha comprobado. Diferentes estudios se han contradicho en múltiples ocasiones, a falta de estudios longitudinales.
Efectos que puede provocar ver la televisión a largo plazo
En cuanto a memoria verbal, se ha visto que un visionado de 3,5 horas diarias provoca deterioro tras 6 años. Estos resultados son independientes de la reserva cognitiva que se tenga, incluso sin cualificación educativa. También, se ha observado peor evocación categorial semántica, aunque estos resultados son algo inconsistentes.
Los resultados de empeoramiento cognitivo son consistentes con otros estudios previos que se habían realizado en China. Sin embargo, en este caso se incluye la independencia con respecto a factores sociodemográficos. Asimismo, demuestran también que esto no es sólo por la relación con lo sedentario que es ver la TV. Es más por la carga cognitiva de la propia actividad. Ver la televisión aumenta el nivel de alerta, pero da lugar a un cerebro menos “enfocado” en cuanto a atención se refiere. Dentro de los medios audiovisuales comprar atarax, la TV es la forma más pasiva que podemos encontrar de recibir información. Búsquedas de internet, o incluso los videojuegos involucran mayor interacción, habilidades visoespaciales, resolución de problemas, etc. Esto sugiere que uno de los problemas del deterioro cognitivo causado por la TV es la pasividad que supone. Incluso las personas con demencia tienen menos ganas de ver la tele conforme se agravan sus síntomas, sugiriendo así que se vuelve menos recompensante.
También, no podemos olvidar que la televisión provoca estrés. El estrés crónico aumenta el nivel de glucocorticoides en sangre, lo que se asocia a atrofia del hipocampo y menor neurogénesis, con el consiguiente deterioro cognitivo que ello implica. Además, ver muchas horas la TV priva a la persona de otras actividades enriquecedoras a nivel cognitivo. Este hecho podría también tener relación con el deterioro cognitivo consecuente.
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