Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son una de las causas más frecuentes de morbilidad y discapacidad en la actualidad. Aunque su clínica es diversa, habitualmente afecta a la movilidad y, por tanto, a la funcionalidad e independencia del individuo.

La Terapia por Restricción del Lado Sano (TRLS) es una alternativa terapéutica efectiva y validada científicamente. Numerosos estudios han demostrado que es eficaz en la mejora de la calidad y cantidad de movimiento de la extremidad parética. Además, ha resultado ser efectiva en población adulta e infantil. Esto ocurre gracias a los procesos de plasticidad y reorganización cortical que subyacen en la terapia, entre otros aspectos. Sin embargo, hasta la actualidad, no se había evidenciado sus efectos sobre las alteraciones del tono muscular en pacientes con patología crónica.

Últimos estudios en la Terapia por Restricción del Lado Sano

El estudio de Mariéle Marchezan et al. pretende valorar la efectividad de la TRLS en pacientes que han padecido un ACV en curso crónico. Para ello, se valora el potencial mioeléctrico en pacientes con alteraciones en el tono muscular a través de la electromiografía. Mediante esta técnica, se puede determinar las ganancias de reclutamiento y aprendizaje de las unidades motoras evaluadas. Además, este estudio cuenta con otras herramientas de valoración que permiten valorar la movilidad y funcionalidad de manera objetiva y subjetiva. Las escalas de valoración administradas fueron la UK-FIM, the Wolf Motor Function Test (WMFT), MAL-Quality of Movement (QOM) y Amount of Movement (AOM). Estas permiten valorar la velocidad de la tarea, rasgos cualitativos y cuantitativos del movimiento y grado de independencia del paciente.

Tras el protocolo intensivo descrito por los autores de Terapia por restricción del lado sano, se obtuvieron los siguientes resultados:

  • Aumento del umbral de excitación de las fibras musculares. Se activan más unidades motoras dando lugar a un mayor reclutamiento muscular.
  • Reducción de la espasticidad, debido a la rehabilitación neuromotora y a la remodelación sensorial.
  • Mejora de la velocidad de la tarea motora, gracias al aprendizaje motor, a la disminución de la espasticidad y al mayor reclutamiento.
  • Como resultado, mejora la puntuación en la escala UK-FIM y, por tanto, del grado de independencia del paciente. Existe, por ende, una mejora en la calidad y cantidad del movimiento de la extremidad parética.

La TRLS estimula las vías corticales para enviar impulsos eferentes a la extremidad afectada. Eso resulta en una mayor riqueza sensorial y motora, lo que conduce a la recuperación funcional de la extremidad parética.

Conclusión

Tras valorar estos resultados, podemos concluir que la TRLS es una alternativa terapéutica eficaz en la rehabilitación de pacientes con ictus, incluso, en estadíos crónicos.



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