Una vez establecido los objetivos, se realiza un plan de intervención para alcanzarlos. Para ello se establecerán de manera consensuada por el equipo, el número de sesiones, el tipo de sesiones (que pueden ser en el entorno/centro, conjuntas/individuales) y con qué profesionales se realizarán las mismas.

• Valoración inicial por todo el equipo clínico: la valoración inicial será realizada por 5 de nuestros profesionales, uno de cada especialidad: neuropsicología, neuroterapia ocupacional, neurofisioterapia, neuroortopedia y neurologopedia. De esta forma hacemos un perfil clínico completo para poder saber el punto de partida y poder acordar los objetivos terapéuticos en base a los puntos fuertes del paciente y los déficits actuales.
• Valoración específica tras brote, si fuera necesario, incluida en el proceso terapéutico en la que se pasarán escalas determinadas (UK FIM-FAM, BNB, Tinetti, TUG, FSS):  en el caso de ser necesario, si el paciente sufre un brote durante el proceso de tratamiento se hará una reevaluación durante una sesión con uno o varios de los profesionales que están llevando a cabo el proceso de intervención con dicho paciente. Para ello se utilizarán herramientas de evaluación determinadas: UK FIM-FAM, BNB, Tinetti, TUG, FSS.
• Sesiones: en función del paciente y sus objetivos, se determinará el número de sesiones y la duración del programa.

Esta intervención se llevará a cabo de una manera:

• Individualizada:
  Al menos un profesional dedicado a cada paciente. Si el equipo lo cree oportuno, se podrán realizar sesiones conjuntas en la que dos profesionales realizan una intervención al mismo tiempo.
• Personalizada:
  Todas y cada una de las técnicas utilizadas durante la intervención tienen como fin alcanzar los objetivos planteados para el paciente en concreto, independientemente del profesional o disciplina. Las sesiones pueden llevarse a cabo en el entorno de la persona, si el equipo decide que ayudará a alcanzar los objetivos.
• Transdisciplinar:
  Todos los profesionales desde cada ámbito trabajan para alcanzar los mismos objetivos planteados por el equipo de trabajo, aportando desde cada área su conocimiento y experiencia, con lo que la persona que sufre EM se beneficia de una visión general.